No me gusta mi físico. Me pone nerviosa mi forma de ser. Odio reírme por tonterías cuando estoy agobiada. Es horrible no exteriorizar lo que siento. Odio ser cobarde, seca, pesada y poco comprensiva. Detesto cuando algo me da tanta rabia que necesito llorar. No me gusta no saber sonreír cuando tendría que hacerlo. No me gusta obsesionarme con algo y olvidarme del resto. No tengo fuerza de voluntad. No soy presumida y cuando lo soy, soy demasiado. Miro los defectos de los demás y no me doy cuenta de que estoy llena de ellos. Pero ya que he llegado a adorar hasta enloquecer los defectos de alguien, espero que algún día alguien llegue a adorar los míos.
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