lunes, 18 de octubre de 2010

Dreamer

Lo único que me aliviaría, sería nadar lejos, lejos, lejos. Muy lejos. Y volar tan alto, que los dioses del Olympo se quedasen tras de mi. Y haber leído tantos libros, que pudiese utilizar como frases, títulos. Y tener la sonrisa tatuada. Y saber taaaanta música, que hasta Macca me envidiase. Y que mi rabia pudiese cambiar el mundo. Y ganar la lotería una vez al año. Y ser peliroja, de esas que llaman la atención. Y saber gruñir cuando alguien hace algo que me disgusta. Y pensar en mi al menos una vez por semana. Y tener una voz brillante, potente. Y ser alta, para ver cocorotas. Y bueno, tus besos. A pesar de que ya ni me molesto en soñar con ellos.

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