jueves, 21 de octubre de 2010

Caracola.

Te das cuenta de que nunca se irá. De que siempre soportará tus agobios, y que además lo hará encantado. Te das cuenta de que hay muy pocos amigos como él. Te das cuenta de que podrías pasarte horas escuchándole, porque él siempre siempre lo ha hecho y porque es interesante oírle hablar.






Gracias por todo, caracola.
Y perdóname (una vez más) por cargar todo en ti.

1 comentario:

  1. Hola, acabo de descubrir tu blog
    me gusta mucho :)
    te sigo vale?
    un besito!


    www.amllull.blogspot.com

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