¡Vamos! ¿Te has vuelto un gallina ahora? Antes eras un guerrero
de los de capa y espada. Luchabas por mí, día y noche. Ya nada es
lo que era... Pero todavía estás a tiempo ¡Corre, maldito, corre! Y
si tropiezas, levántate, siempre lo hacías así. Reta a cualquiera para
salvarme de caer. Ayúdame a volar. Solías hacerlo... sólo tú sabías
cómo. Y sigues sabiendo, pero ahora eres como un café descafeinado:
sin fuerza y aburrido.
Si quieres te doy cuerda y volamos juntos.
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