16/XII

Siempre he sido de ese tipo de personas que se preguntan dónde se guardan todas las luces de navidad. Y también cómo se acuerdan de todos los sitios en los que hay que ponerlas. Muchas veces me pregunto cosas como por qué no se pueden comer las nubes, o por qué el Sol si tanto calienta, no hace que nos derritamos. ¿Y cómo los gatos logran sobrevivir a semejantes caídas? Nosotros nos caemos de un par de metros y podemos quedarnos en silla de ruedas para toda la vida. A menudo me pregunto cómo los aviones no se caen al suelo, cómo la gente no tiene frío cuando hace el amor, o cómo la tierra traga toda esa agua cuando llueve. No entiendo por qué el dinero mueve a quien sea, cómo el afilador nunca se cansa de gritar que llega o por qué ya no existen los heladeros que van en furgonetas. ¿Por qué es tan genial el sonido del papel al romperse? No entiendo por qué los perros no ven los colores ni por qué escuchan sonidos que nosotros no escuchamos. ¿Cómo es posible que haya gente en el mundo que mate por matar? No entiendo por qué existen las malas personas. Ni los corazones de hielo. Siempre me he preguntado que narices es eso del amor. Y de todas estas preguntas, sólo he encontrado respuesta a la última.

"El amor eres tú."