Hoy he decidido meterme en la bañera.
Esta mañana mi pie izquierdo se ha posado en el suelo antes que mi pie derecho, como viene sucediendo desde hace algunos meses. Después he desayunado y los cereales, han vuelto a hacer que me atragantase. Desde ese momento me duele la cabeza de tanto toser. La mañana ha sido horrorosamente larga. Lo único que recuerdo es que había tanto humo que no veía la pantalla del ordenador -en realidad lo único que me interesaba era escuchar-. A las cuatro, o puede que a las cinco, he comido un poco. No me ha sentado bien... ultimamente nada me sienta bien. Tampoco me sentó bien la tarde, breve pero odiosamente dolorosa. Después de comer, la siesta llamó a la puerta y volvieron esos malditos sueños ¡Qué puta mierda! Esa sensación de ahogarse me despertó, menos mal. Después de levantarme de nuevo, he abierto la ventana y al mirar hacia abajo he rechazado la idea. Luego humo de nuevo. Tras volver a poner los pies en la Tierra (en realidad, no), he tomado mi café de Whittard of Chelsea y he abierto un libro sin ser capaz de leer. Ahora he dejado de intentarlo y la bañera se está llenando. Lo único que hago en este preciso instante es escribir esto y mirar hacia la pecera. Mi medusa ni siquiera es consciente de que existo. Creo que me voy a meter en la bañera en breves momentos y ella será quien me acompañe esta noche...


y siempre.