Me duelen los besos, las bofetadas. Me duelen los gritos, las sonrisas, la lluvia y el anochecer.
Hoy me hieren las nubes y los rayos del Sol.
Me duele escribir y me duelen los kilómetros a cualquier parte.
Hoy me hace daño cantar y me hace daño estar en silencio.
Me hiere moverme.
Me hiere tener miedo.
Me duele la soberbia, la magia y la bondad.
Hoy me duele pensar, me duelen las ideas políticas, me duelen las olas del mar y me duele morderme el labio antes de hablar.
Hoy me hiere abrir los ojos y encontrarme con lo mismo de siempre.
Me duele también lo nuevo.
Me hace daño llevar el pelo recogido y me duele cualquier sonido, casi tanto como el silencio más sepulcral.
Me duele tanto, que me siento más feliz que nunca.
Porque si duele, significa que estoy viva.